Belfast y el resto de Irlanda del Norte ofrecen uno de los mejores y más completos viajes para los que disfrutamos con la combinación de historia, naturaleza, y por supuesto cervezas.
Nuestro tiempo en la capital de Irlanda del Norte llegaba a su fin, y tras recorrer la costa desde Derry conociendo escenarios de la serie de Juego de Tronos, la Calzada de los Gigantes, el puente colgante de Carrick a Rede, Ballintoy o Carrickfergus, habíamos exprimido a tope Belfast. Durante varios días visitamos el barrio del Titanic, los antiguos astilleros del transatlántico malogrado, el barrio de Queens con la universidad y su jardín botánico, los murales barrios católicos y protestantes montados en un Black Cab, y otros tantos lugares que contamos en este artículo del Giróscopo Viajero.
Casi de casualidad al volver desde la antigua prisión de Crumlin Road Gaol hacia el centro de Belfast cruzamos por la calle de Commercial Court que ya antes de entrar hacia entrever un encanto especial.
A ambos lados del pavimento empedrado los pubs parecían competir con sus fachadas socarronas y llamativas. En parte son un homenaje a los antiguos comercios que había en la calle, herrerías, alfarerías o bodegas de whiskey. La sed nos llamaba, pero antes de entrar a saciarla un extraño pasadizo que conducía a un aparcamiento nos llamó la atención.
Los murales de Commercial Court
En el techo paraguas de color amarillo y en los lados del pasadizo una colección de murales que nos hicieron desenfundar las cámaras.
La mezcla de personajes es prodigiosa, el humor predomina, con homenajes de graffiti para músicos, o incluso un guiño a Juego de Tronos. Las reivindicaciones también tienen un peso importante, especialmente hacia la tolerancia de la opción sexual, la convivencia entre personas independientemente de su origen, su color, nación o religión.
Es tan densa la aglomeración de personajes y escenarios, que hay que dedicar un rato largo a disfrutar de todos los detalles, y reconocer a Sinead O’connor, John Lennon, Enya, Van Morrison, Neil Young, Bob Dylan, o Bono, entre otros tantos protagonistas de la vida local irlandesa. Las grúas Sanson y Goliat del Titanic Quarter, o…
Los autores del mural son Danny Devenney y Marty Lyons que en 2010 dieron una segunda vida a este garaje, que bien merece ser disfrutado con una pinta en la mano.
Duke of York – Toda una institución
Commercial Court es el eje de la vida nocturna en Belfast y el Duke of York uno de los más prestigiosos. El ambiente de su interior es simplemente evocador. Aunque aún era temprano -nunca es demasiado pronto para una cerveza- nos acomodamos en el pub bajo una de sus cálidas y coloridas lámparas cerveceras con motivos de Guinness.
Los tiradores intentaban seducirnos, y nos costó elegir entrela Chieftain Irish Pale Ale, la Blue Moon, la Hever Lee, la Smithwicks Blonde Ale, la Traditional Ale Macardles, o la Clonmel Irish Lager.
Por la noche el Duke of York se llena, creando un aura como pocos pubs irlandeses pueden presumir, auténtico con parroquianos locales y al mismo tiempo un clásico para los viajeros que llegan a Belfast. También es un buen lugar para disfrutar de conciertos de música en directo
Al salir la noche había envuelto Belfast y las luces de los letreros de los Pubs de toda Commercial Court se encendían como faros atrayendo a los amantes de la cerveza. Bastó mirarnos un momento a los ojos para saber que algún día volveremos a la calle de pubs más bonita de Belfast.