La arqueología es un mundo apasionante al pasado, a la historia y a los pasos que nos cuentan de dónde venimos. El reciente descubrimiento en Egipto de la fábrica de cerveza más antigua -entendida como factoría de producción masiva- ha vuelto a recordarnos el nexo de unión entre la historia y el origen de la cerveza.
El hallazgo en la población de Abydos por parte de arqueólogos egipcios y estadounidenses es sin duda excepcional. Según la información del Ministerio de Turismo de Egipto, estaríamos hablando de una antigua fábrica de hace alrededor de 5.000 años.
El centro de producción de cerveza estaba ubicada en Abidos, situada en la actual gobernación de Sohag en Egipto, en el centro del país-450 km al sur del Cairo-, y junto a la fértil ribera del río Nilo. Probablemente se remonta al reinado del rey Narmer, alrededor del 3100 a.C., lo que la otorga el reconocimiento de la fábrica de cerveza más antigua. Abidos fue una de las ciudades más influyentes del Alto Egipto, con importancia política desde la dinastía XIX.
El Dr. Matthew Adams, de la Universidad de Nueva York, uno de los directores junto a Deborah Fishak de la Universidad de Princeton de la misión egipcio-estadounidense que hizo el descubrimiento, afirma que los investigadores creen que la cerveza se usó en rituales de enterramiento de los primeros reyes de Egipto. Excavaciones anteriores en el área habían encontrado evidencias de que se usaba cerveza durante los ritos de sacrificio.
La cerveza en el Antiguo Egipto
Hay que contextualizar el uso de la cerveza en el mundo egipcio. La cerveza y el pan eran usados como moneda de cambio antes de que apareciera el dinero.
La cerveza se elaboraba con varios ingredientes, como cebada, trigo, dátiles y, a veces, trigo. Los granos se molían en un mortero con martillos de madera y luego se humedecían con agua, se amasaban, se formaban hogazas de pan de forma irregular y finalmente se horneaban a una media cocción. Después los panes se cortaban, se volvían a amasar, agregando agua o agua azucarada del marinado de dátiles, para finalmente dejar fermentar la masa en agua dentro de vasijas de barro.
Los antiguos egipcios bebían cerveza en ceremonias, reuniones religiosas y funerales. La cerveza también se usaba como ofrenda a la Diosa Sekhmet. Disponemos de testimonios en el antiguo Egipto, donde la cerveza aparece frecuentemente entre las ofrendas grabadas en las paredes de las tumbas, así como las fases de elaboración. Los trabajadores obtenían parte de su salario en cerveza, y se considera a los egipcios el primer pueblo conocido en producirla a escala industrial.
La fábrica
Los arqueólogos británicos fueron los primeros en mencionar la existencia de la fábrica a principios del siglo XX, pero no pudieron determinar su ubicación. Con sus vastos cementerios y templos de los primeros reyes del antiguo Egipto, Abydos era conocido por sus monumentos en honor a Osiris, el dios del inframundo y la deidad responsable de juzgar las almas en el más allá.
La necrópolis se utilizó en todos los períodos de la historia egipcia temprana, desde la época prehistórica hasta la época romana.
El complejo de fabricación se dividía en ocho grandes secciones para la producción de cerveza. Cada uno de las ocho áreas tiene una dimensión de 20 m de largo, 2,5 m de ancho y 0,4 m de profundidad, donde a su vez concentraban cuarenta 40 vasijas de barro a doble fila, que se usaban para calentar las mezclas de granos y agua.
Cada vasija se mantiene en su lugar gracias a puntales de arcilla colocados verticalmente en forma de anillos.
La importancia del hallazgo reside en convertirse en el primer testimonio de éstas características, es decir, como factoría de producción masiva, que podía llegar a los 22.400 litros según los cálculos de los arqueólogos.
El yacimiento se añade como un motivo más para reflotar el turismo de Egipto, muy afectado tras la imposibilidad de recibir viajeros durante la pandemia. Las cifras de viajeros pasaron de 13,1 millones en 2019 a 3,5 millones en 2020.
Aunque no podamos viajar -de momento- a Egipto para ver el yacimiento, os animamos a visitar la cueva de Can Sadurní en Begues (provincia de Barcelona) para descubrir los testimonios del neolítico de producción de cerveza.