A nadie le gusta hablar del tema, pero es una triste realidad la del cierre de una fábrica de cerveza artesana. De vez en cuando sucede con la misma frecuencia y naturaleza que otras cosas tristes de la propia vida.
Podríamos aventurarnos a llamarlo azar o suerte, si obviáramos que detrás del trabajo de una fábrica de cerveza artesana hay una ingente dedicación y pasión. Incluso, si lo explicamos en forma de símil -más que nunca acertada al hablar de AS Cerveza-, el cierre de la fábrica es como el final de una partida de cartas de póker, en la que tras trabajarnos una escalera de color, al final no nos sale la carta esperada.
En BeersAndTrips teníamos una deuda marcada con ellos, como si se tratase de la muesca de una bala no disparada. Habíamos visitado hace tiempo la fábrica de As Cerveza, de Andrés y Sonia, dos ya amigos, con los que hemos coincidido aquí y allá, de feria en feria, de festival en festival. Y nuestra deuda era escribir su historia. Pero ya se sabe, donde hay confianza…Y la búsqueda de días de inspiración para afilar mejor la pluma, como se lo merecen, tardó en llegar. Tanto, que la llamada por teléfono de Andrés diciendo que cerraban, nos ha dejado con la sonrisa helada de una de sus cervezas, Joker.
Siempre nos mostraron su mejor cara, su sonrisa pícara elevada al cubo con bromas y una jocosidad hilarante. Todos en el sector los conocen, da igual si en nuestros viajes hablábamos de ellos en Vigo, Cádiz, Mallorca, Madrid, Bilbao o Ceuta. Lo mismo arrimaban el hombro para iniciativas casi invisibles, que aparecían en festivales como el de Valladolid, cruzándose media España. Si hubiese que definirlos con pocas palabras, algunas serían sin duda: solidarios, implicados, entregados, honestos…
¿Y ahora qué? Es una pregunta retórica, sin más respuesta que el vacío inocuo en el que ya no huele a malta ni lúpulo, en el que la levadura no fermenta. Para meternos en la piel de lo que pasa un cervecero cuando tira la toalla, hemos querido entrevistar a Andrés López. Junto a Sonia han remado y remado durante años con la fábrica de As Cerveza en la población de Montornés del Vallés.
Entrevista
BeersAndTrips: Incluso después de meditar profundamente la decisión, ¿no te asaltan dudas de y si hubiese hecho…o enfocado las elaboraciones...?
Andrés de As Cerveza: No me asaltan ese tipo de dudas. Durante estos 10 años he aportado lo mejor de mí a este sector. Obviamente hay cosas que han salido mejor que otras, pero estoy muy tranquilo con las decisiones que he tomado día a día. El mundillo cervecero es muy cambiante y dinámico, por eso he intentado mantener un porfolio de productos fijo y otra línea un poco más enfocada a las tendencias.
En resumidas cuentas, cierro esta etapa con una gran satisfacción por el trabajo realizado, por el crecimiento personal que me han supuesto estos años y con el orgullo de haber formado parte de la revolución cervecera en este país.
BeersAndTrips: ¿Cuáles son los principales razones que llevan al cierre de una fábrica según tu experiencia?
Andrés de As Cerveza: Pues está claro que la situación de pandemia actual ha tenido mucho que ver. Ha sido un detonante en muchos aspectos de nuestro cese, la falta de turismo en Barcelona, cierre de clientes y la subida de precios generalizada por mencionar algunos. La resiliencia de la que tanto se habla tiene un límite, sobre todo cuando las ayudas a pymes nunca llegaron.
BeersAndTrips: ¿Se agolpan los buenos momentos a la hora de cerrar?
Andrés de As Cerveza: Sinceramente, más de lo imaginado. Después de tomar la decisión tenía serias dudas de cómo enfocar mi futuro más inmediato. Pensé que seguir en el sector me dolería demasiado, pero esa sensación duró dos días. Comencé a hacer balance de los buenos momentos, de todo lo aprendido , de lo que me aporta el sector y llegué rápido a la conclusión de que estoy aquí para quedarme.
BeersAndTrips: ¿Qué os ha proporcionado de excepcional la experiencia de montar una fábrica de cerveza artesana?
Andrés de As Cerveza: Fue todo un reto. La industria alimentaria es una cosa muy seria en este país. Y si le sumamos la fabricación de un producto alcohólico se complica la ecuación. No sólo aprendimos a hacer cerveza de manera profesional, nos formamos en impuestos especiales, seguridad alimentaria, normativas de etiquetado, técnicas de venta, exportaciones y un sinfín de cosas hasta el momento desconocidas para nosotros.
La experiencia de crear una marca desde cero nos ha llevado a un crecimiento personal y profesional del que nos sentimos orgullosos.
BeersAndTrips: ¿Qué consejo le darías a los cerveceros que puedan encontrarse un día en vuestra situación?
Andrés de As Cerveza: Me gustaría remarcar la parte social que implicó nuestro proyecto. No sólo hemos tenido clientes y proveedores, hemos creado amigos y una comunidad cervecera de los que me siento muy orgulloso. En este trabajo es muy difícil diferenciar el trabajo del ocio y eso hace grande al sector.
A mis compañeros que se puedan encontrar con la duda sobre su continuidad les diría que hay que tomar una decisión sensata. Que hay momentos en que se tiene que pensar con más cabeza que corazón. Es muy importante no hacerse daño económicamente, pero más importante es no hacer daño a otras pequeñas empresas. Con esto me refiero a que no hay que dejar llegar el momento en el que no se pueda hacer frente facturas, indemnizaciones y demás compromisos económicos. Una retirada a tiempo es inteligente y siempre llevaremos con orgullo la profesión de cervecero en nuestro currículum.
Epílogo cervecero
Con el cierre de As Cervezas no solo perdemos un equipo de gente entregada o de grandes cervezas, si no que perdemos una pequeña empresa que tejió en el sector de la birra artesana una telaraña de relaciones sociales en las que daba gusto quedarse atrapado. Beber durante años su Weizen beer AS de Cors, su Doble IPA Escape, la American blonde ale sin gluten Wallace, su Lager Ritual, la sin alcohol Komodín -que abrió un antes y un después de las SIN- o petróleo como la Imperial Stout Spectre Brandy y su As de Trèvols (Russian imperial Stout), quedarán para el recuerdo de los que tuvimos el inmenso honor de beber, de beberos, de brindar con vosotros. Algo que seguiremos haciendo, aunque ahora estéis en el mismo lado de la barra que nosotros. Amigos, sólo queda deciros ¡Salud y Gracias!, nos vemos en los bares, en los festivales, en los lugares comunes donde siempre tendremos el recuerdo de As.