Nos encanta hablar de estilos de cerveza, y más cuando se trata de uno de los más complejos y ricos de matices, el Italian Grape Ale.
Italian Grape Ale…¿hablamos de vino o de cerveza?
Evidentemente hablamos de cerveza, pero es cierto que el Italian Grape Ale es uno de los estilos más híbridos que podemos encontrar en la guía BJCP. Y es que solo en tierra del Renacimiento y de grandes maestros del lienzo o la escultura podríamos encontrar un estilo tan genuino como el Grape Ale.
Ya hemos hablado del origen e historia de la cerveza, y pese a que el dios romano Baco (Dionisio para los griegos) era más de vino, igual que gran parte de los ciudadanos de la época clásica, la cerveza tenía sus seguidores, sobre todo en las legiones romanas. La razón hay que encontrarla en las tropas que luchaban, y a veces procedían, del limes, de la frontera, fuesen tierras de las tribus del centro o del norte de Europa. Allí se bebía un fermentado de cebada, y por eso las cohortes romanas conocían y consumían esa bebida mencionada por cronistas contemporáneos como Estrabón.
Con la división y posterior caída del Imperio Romano, la cerevista desapareció en el sur de Italia en detrimento del vino, y solo en el siglo XVIII regresó en el norte de Italia la elaboración de cerveza en tierras del Piamonte y Trieste, siempre en contacto con zonas más cerveceras como Centro Europa.
Con el despegue de la cerveza artesana en Italia surgieron breweries (birrificio en italiano, y en plural birrifici) que consiguieron un alto nivel de calidad. Es justo mencionar y destacar a Lambrate y Baladin, dos de las cerveceras que abanderaron el movimiento craft en Italia. Del mismo modo Birrificio Montegioco fue una de las que trató de emplear ingredientes locales para crear cervezas más complejas.
Siendo tierra de vinos, era relativamente normal que en un momento dado los dos mundos convergiesen, dando lugar al estilo Grape Ale. Además, en los últimos años son incluso bodegas de vino las que han experimentado o abierto una línea de producción de Grape Ale.
Inicialmente las Grape Ale estaban integradas dentro de las Fruit Ale, pero cuando en 2014 la Asociación de Cerveceros Italianos, Unionbirrai, creó para los campeonatos una categoría propia, se descorchó la botella y un año más tarde el BJCP abrió un epígrafe concreto para la Italian Grape Ale o IGA como subestilo con denominación de origen.
Ingredientes de las Grape Ale
Los ingredientes de las Grape Ale típica suelen partir de malta base Pilsen o Pale. La uva se puede añadir durante la cocción, o bien durante la fermentación, en la fase de envejecimiento, o incluso como un blend de una cerveza base a la que se añade el mosto de uva. La decisión del momento marcará el perfil de la Grape Ale.
Con respecto a los lúpulos se trata de emplear opciones aromáticas, afrutados y florales, y evitar resinosos para que el amargor no opaque los matices de la uva.
Si hablamos del tipo de uva el abanico se abre ya que dependiendo de la región o del tipo de uva. Algunas variedades son mundialmente conocidas como: vermentino, malvasía, sangiovese, nebbiolo, brachetto, pero las posibilidades son inmensas a tenor de las 408 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) y 118 Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de vino existentes en Italia.
Características de la Italian Grape Ale
Si hablamos de los perfiles sensoriales de las Italian Grape Ale es sobre todo importante destacar qué es lo que las hace diferentes al resto de cervezas Ale.
Engarzar lo mejor de la uva en las maltas y lúpulos es como esculpir la Pietà, y hay que extremar el cuidado para evitar contaminaciones.
En cuanto a los tonos de las Grape Ale varían entre pálidos o ambarinos, aunque también hay algunas con toques rojizos y cobrizos que tiene que ver con las uvas más oscuras, con un índice de transparencia alto, salvo alguna turbidez buscada explícitamente. La retención de espuma es baja.
En cuanto a los aromas en la nariz son claramente perceptibles de la uva, con poco espacio para oler el lúpulo. Y en boca dependerá del tipo de uva. Las blancas proporcionan toques tropicales, mientras que las negras aportan cereza, fresa o frutos rojos. en las añejadas en barrica el roble aporta gusto, pero sin saturar.
Así que si tienes la oportunidad de catar una Grape Ale no pierdas la oportunidad. Sin duda te servirá para explorar nuevos horizontes cerveceros.