Ciudad de México se afianza como una alternativa cada vez más solida a las cervezas del norte del país, tradicionalmente más consolidadas y apreciadas. El vector «chilango» cierra filas con cervezas cada vez de más calidad, premiadas en los festivales nacionales como Expo Cerveza, y que buscan saciar la sed de una ciudad con más de 20 millones de personas.
Uno de los exponentes de esa Nueva Ola es precisamente una cervecera que lleva elaborando desde 2012, La Patrona Beer. Hemos visitado su fábrica para charlar con Rodrigo, el alma mater del proyecto.

Historia
La Patrona, y Rodrigo Escudero que ejerce como su motor, son de ese tipo de fábricas que no tienen prisa por llegar a los sitios. Prefieren el paso sólido, verdadero y honesto de hacer las cosas bien. Es por ello que su capacidad de elaboración está alrededor de 50.000 litros anuales (*2021).

Lo de Rodrigo viene heredado por tradición y sangre, aunque sea de lejos, y es que su tatarabuelo, el francés Philippe (Felipe) Suberbie Ramofaur fue junto su hijo, Emilio Suberbie Fernández, una de las figuras cerveceras más importantes de México dirigiendo conjuntamente Cervecería Moctezuma por más de cuarenta años .

Hijo de familia de vinicultores, Felipe llegó a México y tras un paso por Chihuahua 1896 entra a formar parte como socio del proyecto de la cervecería que Enrique Mantey y Guillermo Haase habían fundado en la ciudad de Orizaba (estado de Veracruz) en 1894 con el nombre de Cervecería Moctezuma, S.A.

Para 1901 se convierte en gerente general y de la mano del maestro cervecero alemán Adolph Burhardt logran que la cerveza sustituya poco a poco el consumo de pulque en las clases populares mexicanas. La falsa campaña de desprestigio vertida sobre el pulque, asociándolo con excrementos empleados para su fermentación hizo que la cerveza ganase terreno. El agua pura de las aguas del deshielo del Pico de Orizaba (volcán Citlaltépetl) engrandeció su fama, y en 1900 la “Moctezuma” ganó la medalla de Oro en la “Exposición Universal de París”. Al año siguiente el capital francés ya era mayoritario, y para 1912 absorben la Cervecería El Salto del Agua, y por consiguiente la marca de cerveza “El Sol».
En 1915, su hijo Emilio Suberbie continúa con el cargo tras el fallecimiento de su padre. La fábrica fue un modelo de mejoras de las condiciones laborales de los obreros, inaugurando en 1912 la Escuela Nocturna para Obreros, que fomentaba la formación académica de los trabajadores al terminar la jornada laboral.
Emilio fue durante toda su vida un actor importante en el desarrollo de la economía local veracruzana y nacional. Fue impulsor de “Extractos y Maltas SA”, Central de maltas y el Banco de México, pero también promovió el deporte, destacando la creación de la Unión Deportiva Moctezuma de Orizaba, equipo de fútbol que jugó en la Liga Mayor, y apodado los “Cerveceros”.

Quizá los genes de Rodrigo absorbieron los ésteres de la cerveza de sus antepasados. Quinta generación de la familia de cerveceros Suberbie, la Patrona es una apuesta por la cerveza artesanal de calidad.
Un claro ejemplo es que algunas de sus cervezas están en el menú de restaurantes prestigiosos en Ciudad de México como Pujol y Quintonil.

Fogueado en diferentes departamentos de Grupo Modelo, Rodrigo buscó de forma pertinaz la manera de tener su propia fábrica. En 2012 comenzaron las elaboraciones como nómada en Tecamachalco, más tarde en San Diego, California y luego a Querétaro. En 2020 logró montar la fábrica propia, y resistiendo la pandemia, logró sortear la situación con la filosofía de pequeños lotes muy cuidados.
El nombre de la cervecería “La Patrona” alude a una clara intención por romper los típicos tópicos sobre el consumo de la cerveza. Homenajea a las mujeres como un importante porcentaje del consumo, y queriendo romper esa limitada visión de cerveza y virilidad.
El trabajo de la Patrona se ha visto recompensado con varias medallas, como en 2016 cuando Santa Tomasa ganó el oro en Cerveza México en la categoría «Cervezas con especias» o en 2017 en Cerveza México, ganando con Carol el Oro en la categoría «Cervezas Con Especias».
Cervezas La Patrona
Santa Julieta
Estilo: Blonde Ale
Fue la primera cerveza de La Patrona, a base de malta de cebada, un poco de malta caramelo, y lúpulos Cascade y Saaz. Una cerveza muy suave y bebible, sensacional para los neófitos que se adentran en las cervezas artesanales, pero al mismo tiempo ese «lugar común» al que regresar sabiendo lo que te vas a encontrar.
Alc. 6.5%
IBU: 26
Santa Otilia
Estilo: Oatmeal Stout
Cerveza Stout de color negro intenso. Cuerpo medio con sabores a pan tostado y café. Posee un dulzor particular y una sensación en boca más robusta. Su baja graduación alcohólica la hace sensacional para los que tengan «miedo» a las Stout.
Alc: 6.3%
IBU: 20

Santa Tomasa
Estilo: Milk / Sweet Stout
Santa Tomasa es una milk stout a base de lactosa en polvo que proporciona un sabor de leche en crema. Elaborada con granos de café de Chiapas.
Alc: 6%
IBU: 30
Santa Huguiña
Estilo: Citra Pale Ale
Bajo el velado homenaje a uno de los mejores jugadores del mundo en su tiempo, Hugo Sánchez y su famosa acrobacia denominada Huguiña, La Patrona elaboró una cerveza artesanal de apoyo a la Selección Mexicana en el Mundial de Brasil 2014. Los lúpulos cítricos destilan aromas a algunas frutas exóticas de Brasil, como la maracuyá, guayaba, piña y frutos críticos. Con 7 grados de alcohol, la cantidad de malta se saborea en cada sorbo, casi masticando su densa espuma.
Carol
Estilo: Belgian Strong Dark Ale, Cerveza Navideña (especiada)
Cada año, con la Navidad, se espera con ganas la elaboración de Carol, la cerveza ganadora de dos medallas de oro en competencias nacionales en 2017 y 2018. Es una Belgian Strong Dark Ale con muchos matices provenientes del piloncillo, frutos secos, piña, orejones, nueces, ciruela pasas, anís, canela, azúcar moscabado, y maltas caramelo.
Alc: 9,2%
