Podríamos empezar el artículo diciendo que la definición de ¿Qué es una cerveza suave? es cuando menos subjetiva y capciosa. Lo es especialmente porque la concepción de una cerveza suave podría plantearse en clave de graduación alcohólica o de amargor y astringencia, o de similitud con las cervezas clásicas industriales, o que no se les suba a la cabeza. Y sin embargo, la suavidad de una cerveza tiene que ver con el aroma, sabor, cuerpo, carbonatación y equilibrio de los ingredientes.
Es por ello que antes de responder pasemos a aclarar algunas preguntas habituales, tratando de hacer pedagogía cervecera, y de este modo, cada bebedor de cerveza podrá opinar y elegir lo que para él o ella es…suave.
Suave ¿es sabor?
A menudo oímos mencionar las cervezas artesanas suaves como cervezas que se parezcan al máximo a las industriales. Casi todos los que se ven resignados a probar una artesana porque no hay una de las industriales -y lo hacen siguiendo las explicaciones y consejos de los camareros- se quedan sorprendidos y satisfechos con los aromas y sabores.
Si concebimos entonces las cervezas artesanas suaves como las que más se parezcan a las industriales – aún siendo un error porque no hay color- debemos pedir una cerveza de estilo lager, pilsner o pale ale.
Suave ¿es con poco alcohol?
Si nos asustan cervezas con una graduación alcohólica alta como pueden ser algunas stout o añejadas en barrica, lo mejor es probar cervezas artesanas con poco alcohol. No siempre, pero lo normal es que sean estilos como las Lager, las Pale Ale, las White Blond o Witbier y hefeweizen (de trigo).
Sin embargo, una cerveza «suave» de sabor podría sin embargo tener una graduación alcohólica nada desdeñable como son algunas cervezas belgas, maltosas y dulces.
Y si aún queremos prescindir de más grados del alcohol no hay nada como optar por las SIN, que entre las artesanas cuentan ya con una importante gama de diferentes fábricas.
Suave ¿es por el color claro?
Para muchos solo existen tres tipos de cerveza rubia, tostada y negra u oscura. Y generalmente creen que las cervezas más «suaves» son las rubias. Esas «rubias» son en el espectro de cervezas industriales las lager y pilsner, a menudo con añadidos como el arroz, el maíz o clarificadores para hacerla más clara y traslúcida. Lo cierto es que el color no tiene una realidad directa con la graduación alcohólica, si no que tiene que ver con el tipo de tostado de las maltas (entre otras cosas como los ingredientes, tiempo de guarda, contenedor en el que se almacena, etc…). Un claro -valga la redundancia- ejemplo es la Guinness, cerveza de estilo Irish Dry Stout, totalmente oscura, y sin embargo con apenas 4,2%.
Suave ¿es poco amarga?
Si lo que nos «tira» para atrás es el amargor, con el café y la cerveza lo mejor es empezar quitando el azúcar en un caso y el de la cerveza artesana empezando por estilos que no sean un salto demasiado grande con las cervezas industriales que consumimos. Por ejemplo, podemos empezar por cervezas de estilo lager/pilsner, o pale ale. Y desde ahí ir caminando hacia el amargor. Curiosamente, muchas personas que se inician en la cerveza artesana encuentran las NEIPA cervezas muy de su gusto, cuando distinguen los tonos frutales en las cervezas de lúpulos neozelandeses.
Conclusiones
Como podéis ver la forma de entender la suavidad de una cerveza en bebedores poco habituados a probar artesanas está asociada a las características de las lager, pilsner, o pale ale, y que su graduación alcohólica esté por debajo o muy cerca del 5%.