En Tornio, la ciudad finlandesa que marca la frontera, hoy inexistente, entre Suecia y Finlandia, fue creada en 1873 una de las cerveceras más grandes de todo el país. En esa época el Imperio ruso controlaba Finlandia y tras la guerra de Crimea, el comercio con Europa se revitalizaba. La calidad de la cebada y la malta local, unida a la abundancia de agua muy pura, eran ingredientes perfectos para una gran cerveza. Sólo faltaba una demanda del mercado y buenas comunicaciones para empezar a producir este zumo dorado que da fuerza, y vigor. Algo relativamente fácil en esa época cuando la industria minera y maderera del norte de Escandinavia se desarrollaba en el fabril siglo XIX, dónde los alicientes para sus trabajadores eran muy demandados. La línea férrea se construyó en la segunda mitad del siglo comunicando la puerta de Laponia con el resto del Gran Ducado de Finlandia y con Suecia. Bastaba con empezar a producir y comercializar la cerveza y ganar mucho dinero.
Creada con el nombre de Tornio Panimo, la factoría cervecera lapona surgía en 1873 como decíamos. Durante muchos años, primero rusa, después en la Finlandia independiente (1917), la fabrica de Tornio era esencial en abastecimiento de Finlandia, pues llegó a producir más de un tercio de toda la cerveza finesa. Ya bastante más tarde, superada la prohibición -que sufrió Finlandia entre 1919 y 1932-, en 1964 se creó la marca Lapin Kulta, tras comprar el nombre comercial de una compañía minera que había desaparecido. Lapin Kulta significa, Oro de Laponia u Oro Lapón, haciendo referencia a la pequeña fiebre del oro que afectó a Finlandia a finales del XIX y principios del siglo XX con el descubrimiento de pepitas en los ríos Ivalo, Lemmenjöki y Luttojöki. Dado que el rendimiento era bajo y los precios del oro cayeron en los años 60, la empresa pensada para filones mucho más rentables, quebró. Pero el nombre perduró gracias al oro más puro de Finlandia, el de su agua y sus productos agrícolas, declinados en la cerveza. Lapin Kulta ha sido junto a Karhu (Oso), la más famosa de Finlandia y una de las factorías más grandes de Finlandia.
Crisis y renacimiento
La importancia de la fábrica de Tornio creció durante los años 60 y 70. Sin embargo, tras la caída del Muro de Berlin y el desvanecimiento del Imperio Soviético en 1989, una grave crisis va a afectar a Finlandia, cuyo comercio exterior dependía mucho del bloque comunista.
Todo ello unido a múltiples factores de gestión empresarial hace que en 2008, Heineken la multinacional holandesa, comprase la marca finlandesa y decida trasladar la producción del oro lapón al sur del país, a Lahti. Un contrasentido, que no gustó a sus seguidores y menos a la población de Tornio. Sobre todo, porque el traslado conllevaba la idea de cerrar y demoler la factoría original. La factoría fue cerrada en 2010. Afortunadamente, varios emprendedores locales pensaron que era más inteligente comprar la fábrica a Heineken y utilizarla para revitalizar la vida empresarial local. El edificio con sus amplios espacios era ideal para crear un centro de actividades lúdicas, el famoso parque de juegos Duudsonit (que tiene también sucursales en Espoo y Seinajoki) y para que otras empresas que volviesen a dar vida a ese lugar tan histórico y emblemático. La recuperación de edificios industriales en Finlandia es muy común, lo que además de ahorrar costes, permite recordar la historia fabril y generar nuevo negocio con jóvenes iniciativas. Espacios ideales para la creación de coworkings y nuevos proyectos empresariales que necesitan ahorrar costes mientras encuentra la rentabilidad.
Medio en broma, medio en serio, surgió entre un grupo de animados y locos finlandeses, la idea de recuperar la tradición cervecera del edificio creando una nueva craft beer. Es increíble, pero las ideas que suelen animar este tipo de proyectos finalmente se hacen realidad gracias al esfuerzo y la locura de sus creadores. En este caso gracias a una campaña de crowdfunding que consiguió recaudar mucho más del dinero necesario. Así en 2016 Tornio Panino volvía a ver la luz.
Nuevas cervezas con raíces profundas
Todos sabemos que la tendencia a la estandarización en sabores y métodos de producción ha sido la norma desde los años 90. Las grandes marcas de la cerveza han buscado sobre todo abaratar costes y crear sabores homogéneos que no cambien durante el transporte o almacenaje. El resultado ha sido cervezas mucho mas suaves, sin amargor ni matices, muy resistentes a la luz y temperatura, pero que contienen poco más que agua azucarada, gas y un poquito de malta. Es cierto que las cervezas finlandesas, incluso las comerciales siguen teniendo bastante carácter, si las comparamos con sus equivalentes españolas, francesas o italianas, pero tanto la Lapin Kulta como el resto de marcas comerciales habían perdido mucho de la intensidad y los matices de antaño.
En Tornio Panimo, como en tantos otros lugares de Finlandia y del mundo, la recuperación de las cervezas artesanas o craft beers suponía intentar volver a las raíces y buscar ese sabor original. Mucho esfuerzo, mucho trabajo de investigación y de colaboración fue necesario para encontrar las personas, las recetas que más se acercasen a los sabores perdidos. Pero lo consiguieron gracias a un cúmulo de casualidades y sobre todo, como hemos dicho, mucho trabajo.
Se pusieron en contacto con uno de los aprendices que en 1964 vio nacer la Lapin Kulta. Un chico alemán que ya, ¡con casi 80 años! se había convertido en un maestro cervecero retirado. Con su ayuda y grandes cantidades de paciencia y esfuerzo, se recuperaron sabores olvidados para producir una nueva cerveza basada en la primera receta. La Original Gold Lager, es una cerveza perfecta para los paladares que descubren las craft beers y sólo han conocido las cervezas comerciales. Está llena de sabor, pero no es tan intensa como otras, más lupuladas o amargas, que necesitan tiempo y adaptación para ser degustadas plenamente. ¡Y hablamos con conocimiento de causa!
Este maestro cervecero, el señor Leo Andelin ha sido fundamental para que este puñado de jóvenes entusiastas pudieran realizar su sueño. Gracias a él se recreó un saber equilibrado, no demasiado amargo, pero donde el aroma de los lúpulos está presente, y donde el agua pura del subsuelo finlandés se muestra límpida, so smouth!! La vieja escuela enseñaba a los jóvenes como hacer cervezas de verdad. Pero con nuevos conceptos y un inteligente marketing, alejado del esnobismo que, a veces, contamina la diversión que debe encerrar toda cerveza.
Gracias al trabajo de este grupo diverso, se producen muchas cervezas que sobre todo tienen en común la alegría y el espíritu jovial, porque Finlandia no es, en absoluto, un país ni triste ni depresivo. La gente vive bien, con humildad e inteligencia, disfrutando de las cosas pequeñas y buscando en ellas las grandes. El contacto con la naturaleza es omnipresente y sus productos suelen expresarlo de alguna manera. Por ejemplo, la Original Gold Lager que recibió en 2018 el premio Monde Selection Quality Award otorgado en Bruselas, el mismo que recibió la Lapin Kulta ¡en 1964! Todo un reconocimiento para Leo Andelin y el equipo de nuevos maestros cerveceros finlandeses. Ese contacto con la naturaleza se encuentra en la Terva, una cerveza cargada del sabor ahumado de la leña y la tierra llena de turba y brea, mucho más rotunda y sin embargo deliciosa. Un camino de sabores desde la más suave, pero jugosa, que se puede beber toda la noche, hasta cervezas llenas de sabor que se disfrutan degustando poco a poco.
La Dark Lager, la North Arctic Lager y la Arctic Pale Ale, denotan aromas más lupulados, llenos de amargor delicioso, pero sin chocar a quienes descubren la cerveza artesana. Sorprende la Dark Lager, pues se suele asociar Lager a cerveza rubia muy suave, y con estos ejemplos se pude mostrar la gran diversidad en todos los estilos de cerveza y que, al final, no sólo de IPA se nutre el cervecero.
Otro ejemplo de experimentos y colaboraciones es la Red Ale sin gluten que ha sido creada gracias a la colaboración de John Huey, maestro cervecero británico de Irlanda del Norte, que trabajó durante muchos años en Guinness y un después creó su propia micro cervecera en Irlanda del Norte. Interesado por el trabajo de Tornio Panimo estuvo encantado de crear está red Lager que también funciona en Finlandia. La colaboración funcionó muy bien y una Golden Ale, también creada con James Huey verá la luz muy pronto.
Después podemos acabar con la Stout o la futura Porter, donde el ahumado (savu, como en la sauna o el terva, aromas de resina de pino, picea, brea, tierra y naturaleza contenida que explota en el verano corto pero intenso. Y por fin, acabar con licores locales hechos con esas esencias que vienen de una tierra que espera meses a que el hielo la desnude y entonces brota con locura e intensidad. Probar Tiku, con sabor a brea, a tierra húmeda y ahumada, un latigazo de olores terrenales y después un sabor redondo y suave, donde el vodka no se nota, ni el dulzor empalaga. O Niku, similar pero donde el protagonista es el regaliz salado finlandés, el salmiaki. Un éxito.
Un buen trabajo combinando excelentes elecciones en las cervezas, que ha hecho que la producción crezca rápidamente siguiendo una acogida exitosa. Así se producen 150 mil litros en 2017, más de 360 mil en 2019 y nuestros amigos de Tornio Panimo esperan llegar al medio millón de litros en 2019. Pero no todo queda ahí, ya que han ampliando la producción a licores que usen el regaliz salado (salmiaki) y la turba alquitranada (terva) que da esos sabores ahumados, naturales y telúricos, de madera, resina, brea y tierra, tan deliciosos y típicamente finlandeses. Una sabrosa e inteligente decisión.
Cerveza con coraje y humildad
Mucha historia en Tornio Panimo, muchas buenas ideas y un marketing juicioso y moderno, que intenta diferenciar y asumir el exotismo de la cerveza finlandesa. Un exotismo humilde, que quizá por esa humildad nos muestra un camino a seguir, lejos de la farándula vacía, que sólo ofrece imagen falsa y sueños de grandeza. De la tierra exótica, donde el verano es tan corto pero el sol no se pone, desde la misma tierra que aguarda la primavera bajo un metro de nieve bañado por el polvo de estrellas multicolor de las Auroras boreales, llegan cervezas redondas y sabrosas, con historia y con enjundia. En Finlandia se sabe esperar, tener paciencia, pero cuando se inicia el camino, sólo se puede llegar al final, con coraje, con trabajo, on tenacidad, un montón de buenas ideas que se resumen en un concepto, “Sisu”.
Muchas gracias a Kaj Kostiander, gracias a quien pudimos descubrir Tornio Panimo Brewery y sus deliciosas cervezas. Grandes pequeños detalles hacen mayor el trabajo de un director que lleva a unos periodistas viajeros como nosotros y que nos muestra la obra de su equipo con esa humildad finlandesa que tanto apreciamos y de la que tanto tenemos que aprender. Kiitos Paljon Kaj y Tornio Panimo Brewery, volveremos sin duda.
http://www.tornionpanimo.fi
Mapa de la Tornio Panimo Brewery
2 comments
Juho Lääkkölä
17 abril, 2019 at 11:31 pm
Que Quay! Enhorabuena me gusta leer sobre mi casa y sobre todo la cerveza más rica q hay. Personalmente, he vivido casi 11 años fuera de Finlandia incluso España y Alemania pero también en Asía.
Mis recuerdos de Singapur! Nos apetece ver y conocer Cerveza Tiger? Tenemos la tecnología de ABB allí como los paneles de Solar. Puedo organizar os la visita fácilmente. 🙂
Bienvenidos
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